Porque el sentido de la vida
humana es ser el regalo, el don, el canto, que ofrecemos a Dios.
Ese don crece, como el río
Congo, al acercarse al océano.
El crecimiento, la
hiperformalización de nuestra naturaleza, es precisamente la virtud.
Por eso la virtud es cauce
de la vida.
Glosa a Leonardo Polo. Tener
y Dar. En "Sobre la existencia cristiana" p. 127.2
En las etiquetas 6.1.0 desarrollamos el sentido de
la vida humana
.
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