Ciertamente.
El hombre es un ser ético
desde su concepción. O crece (la ética es el arte de crecer), o crece en tanto
que hombre, o se muere.
Fíjense que ya la
hominización no fue un proceso de adaptación al medio. La evolución estaba ya
lanzada hacia una morfología potencial, concentrada en las manos.
El proceso de hominización
tendía a la aparición de manos hábiles para el trabajo.
O el hombre se pone a
trabajar o la especie no puede subsistir.
Los problemas éticos están
engarzados ante todo en la biología tecnológica del ser humano.
El cuerpo humano está hecho
para ser instrumento de una inteligencia espiritual. Si la inteligencia no
aparece, no es viable.
De ahí que hasta que aparezca
en los niños, hay que ocuparse de ellos. Tenemos el deber, ético, de cuidar a
los seres humanos cuyo cuerpo no permite que el espíritu se manifieste.
La ética nunca debe ser
marginada. Por ejemplo, modificar el código genético humano, sin conocer las
implicaciones de la modificación, es un
atentado a la dignidad de la persona humana. Aquí está la base para explicar si
querer cambiar de sexo es ético, es decir, si una persona, cognoscente y
amante, debe hacerlo. Les dejo reflexionar.
De esto habla Polo en
"Ética". Hacia una versión moderna de los temas clásicos. 2ª edición.
Unión Editorial. p. 45.4.
Para saber más:
sobre la ética, ver etiqueta
9.0.0
sobre la evolución, ver
etiqueta 9.1.0
.
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