Polo dedica las últimas páginas (244-253) de
"Quién es el hombre" a insistir, aunque sea de manera esquemática, en
algunos aspectos de la libertad de destinarse.
Llama a la libertad nativa, radicalidad (la radicalidad, no lo olvidemos, es el ser
hijos. De Dieu, bien entendu).
Y llama a la destinación de la libertad, horizonte.
Me parece clara su inspiración: es en el horizonte
donde parecen juntarse el cielo y la tierra (en palabras del fundador de la
universidad de Navarra).
El horizonte indica futuro indesfuturizable.
Siempre podremos amar más y ser más amados de Dios.
De esto habla Polo en el último capítulo de
"Quién es el hombre" p. 244
Para saber más sobre la libertad nativa, ver
etiqueta 5.5.4.
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