Cada persona es absoluta
novedad.
Cada persona es irrepetible.
Además, en el caso de los Ángeles,
como cada uno agota su especie, su jerarquía está asegurada incluso
desde su naturaleza. Al ser creados ya son jerárquicos.
En el caso de las personas
humanas, tenemos la misma naturaleza, entonces podríamos pensar que todos
estamos al mismo nivel, de entrada, según nuestra naturaleza humana.
Pero no es
así, porque nuestros actos de ser son más o menos intensos. Somos jerárquicos
según nuestro destino.
El principio de
individuación no está solamente en esta carne y en estos huesos, sino originariamente en la persona que somos y seremos.
Y los actos de ser más
intensos, más altos, más cerca de Dios según destino, esencializan más, si
quieren, la capacidad de nuestra
naturaleza común.
La persona humana más
perfecta es María, que siempre crece más que todos sus hijos.
Nuestra naturaleza humana
nunca se agotará pues es irrestrictamente creciente.
La naturaleza de cada
Ángel tampoco se agota en el orden del Origen.
Se agota en el momento de
su creación, y es entonces cuando decimos que cada Ángel agota su especie, pero
desde ese momento crece irrestrictamente hacia Dios, si quiere.
Si quieren ustedes saber mi opinión sobre la jerarquía vayan al siguiente enlace:
https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/jerarquia.html
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