Pienso que, en el orden trascendental, la humildad
equivale a la apertura transcendente del "además"
(entendido como co-ser personal, el primer trascendental personal).
Es la gracia inicial de la persona humana.
Dios abre íntimamente "hacia" Él, a cada
persona, al crearla.
Estudiamos la llamada inicial de Dios, o gracia
originaria, en la etiqueta 5.15.0. La hemos llamado también segunda creación
(es la creación de la persona, segunda respecto a la creación del universo
material).
Su fruto en el radical "además", o co-ser, es
precisamente la "humildad"
transcendental.
Me gusta llamarla "abajamiento".
.
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