El encuentro es un
"acontecimiento" enorme.
No se trata ya de las
oportunidades que ofrece la vida para actualizar potencialidades.
No se trata tampoco de las
alternativas, incluso éticas, que permiten una mayor sociabilidad.
El hombre puede, en efecto,
encontrar nuevas líneas en el tiempo, que constituyen el progreso.
Pero el
"encuentro" auténtico es el encuentro con la verdad.
Lo que se encuentra, si es
que se encuentra (si no, no se encuentra nada) es la verdad. El desvelamiento
del ser, el desvelamiento de la realidad.
De
esto habla Polo en el último capítulo de "Quién es el hombre" p. 249
Para
saber más sobre la libertad trascendental, libertad nativa y libertad de
destinación, ver las etiquetas que comienzan por 5.5.4.
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