Porque la verdad es el valor
supremo.
La libertad no puede ser intensa
no puede dirigirse a Dios cada vez con más intensidad, si no encuentra el
camino de la verdad.
El acontecimiento inicial de la
verdad es plural. Cada caminante sigue su camino. Para unos será de asfalto;
para otros de tierra oscura y raíces.
Y la verdad más profunda que
podemos encontrar en esta vida es la verdad personal. Es ella la que pone en
marcha la libertad.
“La verdad os hará libres”, dice
el Evangelio. La verdad siempre encomienda.
Así termina Polo el último capítulo de "Quién es el hombre".
Les aconsejo ir al inicio, a la pestaña del blog titulada
"religión y libertad" donde he intentado una síntesis de ese
capítulo.
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