.
Porque la persona humana, gracias a su hábito nativo de sindéresis, se abre "inherentemente", manifestándose.
El yo es el ápice de sus manifestaciones y disposiciones.
La apertura hacia afuera tiene dos dimensiones:
-la generosidad de la persona o apertura exterior
-la docilidad de la persona o apertura inherente
Porque la persona humana, gracias a su hábito nativo de sindéresis, se abre "inherentemente", manifestándose.
El yo es el ápice de sus manifestaciones y disposiciones.
La apertura hacia afuera tiene dos dimensiones:
-la generosidad de la persona o apertura exterior
-la docilidad de la persona o apertura inherente
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario