En diálogo, reiterado y recurrente, con los distintos autores, con vistas a extraer lo verdadero que haya en donde sea y proseguir el filosofar.
Un ejemplo es cómo concede a Nietzsche abundante y amplia "cancha" en "Nietzsche como pensador de dualidades", exponiendo sus doctrinas con aguda profundidad, señalando el acierto, cuando existe, e indicando la crítica pertinente.
Es una crítica "meliorativa". Todos los autores son siempre interpretados in melius. Criticar es par él, superar, ampliar.
(además un cristiano no puede respoder con invectivas a las invectivas, con odio al odio).
Un filósofo cristiano debe responder con comprensión.
Sacado de Angel Luis González en su Prólogo al libro de Polo, Nietzsche como pensador de dualidades, p.17.
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