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El hombre se distingue de los entes físicos mucho más de lo que los griegos pensaron.
Para los griegos el hombre es un ser del universo, un viviente, que se define por su capacidad de tener (tener instrumentos, tener pensamientos, virtudes).
El hombre se abisma así en el Acto puro y eterno.
No negamos la definición griega. Le añadimos una proyección trascendental. Me explico :
El hombre se sale del mundo porque tiene (sí, "tenemos", como dicen los griegos), porque tiene, digo, una tarea que realizar para alguien. Su vida es un don.
La dimensión que hace al hombre ser persona es ese añadirse convirtiendo su vida en don para alguien.
Por eso Polo dice que , en cuanto persona, el hombre es una "segunda" criatura (la primera criatura es el ser de universo).
Aristóteles acierta al definir el hombre como animal racional. En efecto, el tener razón lo caracteriza.
Nosotros añadimos algo que está más alla del mundo. No estamos diciendo que el hombre sea un animal "personal". La persona no es una característica mundana. Ser persona es ser fuera del mundo, aceptando, dando, cantando con nuestra vida, con nuestro mundo.
Glosa a Leonardo Polo. Tener y Dar. En "Sobre la existencia cristiana" p. 132.3
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1 comentario:
Es lo que dice la "Caritas in veritate" nº 34 : el ser humano está hecho para el don.
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