¿Son nuestras buenas obras el origen del crecimiento de la persona?

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Siendo la persona el ser conectado con Dios en libertad, crece siempre, por su conexión con Dios.

Se trata del crecimiento personal, que no depende de sus obras.

Sin embargo, al ser libertad, la manifestación de ese crecimiento (crecimiento esencial), depende de sus obras libres.

Si la persona rechaza, desconectándose, la actuosidad trascendental que “es”, aunque siga creciendo, su vida enloquece, como cuando se destruye la hélice posterior de un helicóptero.

¿Y la elevación sobrenatural? Es más conexión: una anticipación de su vida en el Cielo.

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