Hay que tener confianza en las personas porque siempre son capaces de dar
de sí, de responder, de contribuir añadiendo algo propio, de colaborar, y acaso
de rectificar.
El carácter adverbial de además le conviene al ser personal pues se
asimila al hijo de Dios, su referente: como adverbio junto al verbo divino,
según expresión que Polo usa y atribuye al maestro Eckhart: la persona humana
es además del Hijo, además de su réplica o referente.
Por ser además e inagotable, la coexistencia personal es donal: sobrante,
sobreabundante y exuberante.
La persona humana siempre
puede dar más. Ahí está su dignidad. Confiemos.
Ideas
inspiradas y en gran parte copiadas del “compendio” de Antropología “El hombre
como persona” de Juan A. García González.
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