El ser humano es una
persona “corpórea”, es decir, una persona que habita el universo, que vive en
el mundo, que está en la historia.
En tanto que persona
puede saber de sí.
En tanto que corpórea,
sale de su intimidad, manifestándose gracias a su actividad, que se despliega
en el mundo y en la historia, habitando el cosmos y expresándose en el tiempo.
La persona humana es un
espíritu en el tiempo.
Ideas
sacadas del “compendio” de Antropología “el hombre como persona” de Juan A.
García González.
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