Gracias a la vida en sociedad, la persona humana
adquiere o conquista su
"personalidad".
Gracias a sus decisiones, esencializa el "tipo" que quiere
ser.
Por ejemplo, en la medida en que se aceptan y
asimilan, los tipos básicos de hombre y mujer son esencializados, incorporados
a su personalidad.
La masculinidad o la feminidad se ponen así,
éticamente, al servicio de la sociedad.
De esto habla Polo en
"Ética". Hacia una versión moderna de los temas clásicos. 2ª edición.
Unión Editorial. p. 71
.
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