Clásicamente
se consideran dos tipos primeros de ser: Dios y la criatura.
A Dios
se le conoce como "principio" real de identidad. Sólo Dios es idéntico. Dios es el Ser.
La
criatura es el ser inidéntico. Es un ser compuesto de acto de ser y de esencia.
El acto
de ser que estudia la metafísica es "sencillo". Se le conoce como
principio real de no contradicción
(Polo dirá que ese ser es el "ser del universo" físico).
Polo
profundiza en la distinción entre acto de ser y esencia, ampliándola, cosa que
no se le había ocurrido a Norberto del Prado, ni a Gilson, ni a Cornelio Fabro.
Es muy
conveniente hacerlo y es lo que Polo propone: profundizar en el planteamiento
tomista: es cierto que la criatura es compuesta de acto de ser y esencia.
Pero
podemos alcanzar una distinción superior: el acto de ser del universo físico es
distinto del acto de ser de la persona.
El ser
del hombre no es estrictamente el ser como "fundamento" (que es el
principio real de no contradicción). El ser del hombre es libertad. Es además.
Luego
no hay dos tipos primeros de ser, sino tres: Dios, persona y universo.
El
hombre es, a la vez, cósmico y extracósmico.
Inspirado
al leer la esencia de la persona humana. p.34.3 – 35. Se trata de unas notas
sacadas de la conferencia dictada por Polo el 25-XI-1994 en el salón de grados
Mª Zambrano de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Málaga.
(Miscelánea poliana nº 4). Citamos las páginas según la recopilación titulada
"Antropología y trascendencia" publicada por I. Falgueras y Juan A.
García
.
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