Les paso el enlace para seguir la
magnífica conferencia del profesor Sellés (con la ayuda del profesor Louis
Cardona).
A mí me hubiera gustado que fuera más explícito en la distinción entre caridad natural y caridad sobrenatural.
Pero
pienso que el amor natural es también infuso, concretamente es una de las aperturas transcendentes de la
persona humana, fruto de la llamada inicial de Dios al crearnos.
En la conferencia, el profesor Sellés habla muy poco de la Caridad sobrenatural.
Lo hace a partir de una hora y tres minutos (1.03.20).
Aquí tienen ustedes la transcripción de lo que dice en la conferencia:
“Bueno, (dice), éste es el planteamiento natural ¿qué hay que añadir a todo esto?, pues la Caridad evidentemente”.
(va a hablar ahora de la Caridad sobrenatural) :
¿Qué es la Caridad?, (se sobreentiende que se trata de la caridad sobrenatural), la caridad es una elevación de eso cuyo tema nuclear son las personas divinas.
(“Eso” son las aperturas transcendentes que nos abren a Dios “naturalmente”).
(Y aquí profesor Sellés hace una estupenda síntesis de lo que es la caridad sobrenatural) :
En segundo lugar, desde Cristo
aceptar la voluntad del Padre tal cual la quiere para nosotros para cada uno de
nosotros.
Y en tercer lugar manifestar eso
con obras es decir que las obras estén suficientemente inspiradas por el
Espíritu Santo, de modo que respondan al carácter filial que uno es y el Padre
las pueda aceptar eternamente”.”
(Muy bien, profesor Sellés).
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Me parece una síntesis excelente.
Sin embargo, pienso que esa “elevación” sobrenatural no es otra cosa que una “anticipación” del Amor que seremos en el Cielo.
Pongo
un ejemplo:
Naturalmente, mi apertura transcendente al Hijo, me lleva a dar una limosna. Es una cierta participación en la vida del Hijo.
Si
en ese momento recibo una gracia actual, me daré cuenta, más o menos, del
significado de esa limosna en la eternidad. Es una anticipación que aparece en mi vida actual.
(Muy bien, profesor Sellés).
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Me parece una síntesis excelente.
Sin embargo, pienso que esa “elevación” sobrenatural no es otra cosa que una “anticipación” del Amor que seremos en el Cielo.
Naturalmente, mi apertura transcendente al Hijo, me lleva a dar una limosna. Es una cierta participación en la vida del Hijo.
Es una cierta participación en la plenitud de la Vida del Hijo.
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