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Polo sabe que la persona humana no depende absolutamente de las
condiciones iniciales de la creación.
Cuando Dios crea al hombre, llamándolo al contar con su libertad, lo eleva por
encima de la creación primera del universo físico.
La Creación inicial de la
persona humana es la creación de su dualidad radical, su nacer destinándo.se.
Según la propuesta de
Adam Solomiewicz, el miembro nativo de la dualidad radical humana es el nacer trascendental y el miembro
destinativo de dicha
dualidad es el destinarse trascendental’.
Si llamamos creación
primera a la creación del universo físico, la creación segunda será la creación
de cada persona humana.
Un acto de ser personal,
radicalmente dual.
Dios no nos crea de un golpe, determinados, pues cuenta con nuestra
libertad.
La creación del hombre es una “apertura” que le hace capaz de Dios.
Dios nos piensa.
Pues bien, llamamos creación primera a la creación
del ser del universo físico que incluye el principio de individuación clásico
(esta carne y estos huesos), que será habitado por las personas en la medida en
que lo acepten.
Y llamamos creación
segunda a la creación de la persona humana como libertad de destinar
su mundo.
Dios nos llama. Es una elevación de la persona humana cuyo fruto
son las aperturas transcendentales a Dios.
La respuesta trascendental a esta llamada está manchada por el error
peculiar de la libertad de Adán.
Y Dios nos salva. Es la nueva
creación. Un don más eminente, pues está sanado radicalmente por Cristo.
De esto
se habla entre otros lugares en Juan A.
García. La metalógica de la libertad… Studia Poliana nº 10, 2008, p. 20.2
Para
saber más:
Sobre
la metalógica : ………….Etiqueta 6.8.0
Sobre
el don: ……………………….Etiqueta 6.9.1
Sobre
la creación: ……………….Etiqueta 1.6.0
Sobre
la primera creación : Etiqueta 5.14.0
Sobre
la llamada : ……………….Etiqueta 5.15.0
Sobre
la nueva creación: …...Etiqueta 5.16.2 (es el tema de la gracia)
Sobre
la glorificación: ………….Etiqueta 5.18.0