Un amor no correspondido es un monstruo metafísico.
El amor es comunión fructífera y sabrosa de personas. Si falta el otro no
hay amor.
De ahí que el amor "verdadero" sea el Amor de Dios, que siempre
es correspondido. Dios es el amante que nunca deja de amar (y de ser amado).
Al amar a Dios sucede que nos damos cuenta de que no podemos pasarnos de
Él. Es necesario. Sin Dios no puedo vivir. Nos hemos enamorado de Dios.
Los otros amores son verdaderos en la medida en que están insertos en el
Amor de Dios.
Ideas inspiradas en la pregunta nº 27 de
"ANALÍTICA DEL AMOR". Entrevista de Juan Cruz Cruz con Leonardo Polo,
que pueden ustedes encontrar en el nº 33 de la revista Miscelánea poliana.
Para saber más vayan a las etiquetas de este
blog:
18.1.1 analítica del amor;
1.2.2 amor;
12.9.0 Espíritu Santo;
1.5.0 otro
.
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