¿Por qué Heidegger ignora la libertad nativa?

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Heidegger se angustia al encauzar la libertad en poca cosa, en nimiedades.
¡Qué angustia emplear mi vida, mi libertad, en conquistar tuberías o en imitar el vuelo de los pájaros, cuando soy viento!

Por mucho que decidamos darle nuestro propio sentido a la vida, intentando realizarnos, al estar cerrados al ámbito de la máxima amplitud (Dios), acabaremos en el pesimismo de una vida que es un tejer y destejer como Penélope.

La ética de la destinación, el destinarse, sólo es posible si nos retraemos a la libertad nativa, al sabernos libremente dependientes del amor que nos Origina.

La libertad trascendental, no lo olvidemos, es dual, libertad nativa y libertad de destinación. Solos, sin Padre, viviremos enjaulados.

De esto habla Polo en el último capítulo de "Quién es el hombre" p. 222.2.

Para saber más sobre la libertad nativa ver la etiqueta 5.5.4

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¿En qué se distingue la esencia humana de la esencia del universo físico?

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La esencia humana es el autoperfeccionamiento de la naturaleza humana, naturaleza individuada en la materia (46 cromosomas) y  que cada persona humana recibe al ser creada.
Es autoperfeccionamiento porque depende de la libertad de cada quién.

La esencia del universo es el despliegue del ser del universo, según el orden establecido por el Creador.

No olvidemos que esencia indica perfección.

La perfección del universo físico reside en la causa final, en el orden en que persistentemente se despliega el plan de Dios, plan tetracausal.



Sin embargo, la perfección de cada persona humana reside en que su vida sea aceptada por Dios. Es un don libre de la persona a su Creador, que espera el Juicio : la aceptación.



Habrán notado  que la esencia del universo es una, mientras que hay tantas esencias humanas como personas. 

La persona coopera con Dios para que su vida (su esencia) sea un don agradable a Dios.

La esencia del hombre no está determinada. La esencia del universo sí, y su despliegue depende de las condiciones iniciales (que el hombre puede modificar con su acción).

La esencia de cada persona crece libremente en la medida en que el hombre puede y quiere conducir su naturaleza, esencializándola.

Es así como la aventura de la vida (mi esencia) se convertirá en un don. ¿Querrás aceptarlo?

De esto habla Leonardo Polo en "La esencia humana" p. 71.
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¿Se transmite la inteligencia genéticamente?

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No.
La inteligencia no es una propiedad específica que aparezca porque pertenecemos a la especie humana.

La inteligencia es una dimensión de mi vida. Con ese "mi" señalamos que existe un "quién" que se manifieta precisamente en la "posesión" de las ideas. La posesión exige un poseedor. Alguien que "tenga" conciencia.

Es cierto que genéticamente podemos tener un cerebro más o menos eficaz, podemos ser más o menos sentimentales, activos, imaginativos… lo que lógicamente condicionará nuestra manera de pensar.
Pero el poder de poseer ideas es extracósmico. Somos libres trascendentalmente. Somos personas.

Mi piel puede ser negra genéticamente. Mi memoria heredada potente.
Mas la persona que soy no es ni negra ni potente. Soy además. Soy libertad.

De esto habla Polo en "Ética". Hacia una versión moderna de los temas clásicos. 2ª edición. Unión Editorial. p. 58

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¿Cómo designa Polo la conciencia dual?

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La conciencia propiamente dual, tal como Polo la entiende, es designada con la expresión "pienso que pienso algo".

La conciencia acompaña al pensamiento pero de modo lateral y no originario.

A esta conciencia Polo la llama conciencia concomitante.

La conciencia concomitante no constituye el pensar (no lo produce o fabrica) ni tampoco constituye lo pensado.

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¿Es asimilable la creación segunda a la revelación primera?

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En "Quién es el hombre p. 226, Polo sostiene la existencia de una revelación primera.

A mi entender esa revelación primera es trascendental y se corresponde con la llamada inicial (creación segunda que estudiamos en la etiqueta 5.15.0).

De ser así se comprende que todo hombre, de entrada, posee un conocimiento natural de Dios. No como cuando clásicamente se dice que lo primero conocido es el ente, pues eso es conocimiento esencial, sino como apertura transcendente (que todos somos).

Si somos libres radicalmente, Dios existe. Alcanzar la libertad radical es mostrar a Dios.

Esa revelación primera, aparece bastante pura en pigmeos y patagones, transparentándose, deformada, en los mitos posteriores.

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¿Es dual la conciencia?

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Sí. Todas las dimensiones del hombre son duales.

Kant y Hegel han "pensado" la conciencia, y por tanto no la entienden como dual. Pensar es objetivar, atascarse en el límite mental.

Polo llama a esa manera de "pensar" la conciencia, (de Kant y Hegel), como si fuera un objeto o un principio,   "conciencia coactual". En el sentido de que confunden en un solo acto el pensar y lo pensado.
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¿Por qué no es aceptable pensar la conciencia como coactual?

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Kant y Hegel piensan la conciencia como coactual. Es decir, confunden el pensar y lo pensado en un solo acto.

La piensan como si fuera un "principio" del que emana el pensamiento.
Y así incurren en simetría.
Me explico.

Piensan la conciencia como si fuera un "principio", como es "principio" el ser del universo (que es "principio" como fundamento).
Desplazan simétricamente el "principio", (el arjé físico griego propio del ser del universo) a la conciencia.

Y así es imposible conservar la dualidad.
Lo único real sería entonces la conciencia.
Es inmanentismo.
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¿Incurre también en simetría la consideración clásica de la conciencia?

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Sí.
Clásicamente se entiende la conciencia como reflexión.

En lugar de ser una conciencia "concomitante" (pensar que se piensa algo) es pensada como un "volver" sobre lo que se piensa, o un darse cuenta de lo mismo.

Polo la llama conciencia "coactual reflexiva". (Es coactual, un solo acto, como la conciencia de Kant y Hegel, pero ahora al modo de reflexión).

Se incurre en simetría porque se piensa la conciencia como una repetición simétrica de lo pensado.
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¿Es el inmanentismo de la filosofía moderna una opción intelectual?

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Será una opción para los filósofos que opten.

Pero si no tenemos un testimonio personal de esa opción es preferible hablar de un "desplazamiento". No debemos acusarles de desviación voluntaria.

La filosofía moderna ha desplazado los rasgos principiales del universo al sujeto humano.

Es una interpretación "simétrica" de la principialidad asignada al universo por la filosofía griega.
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¿Qué confusión conlleva el principio moderno de conciencia?

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Los griegos asignaron la "principialidad" al universo. (Los principios son físicos)

Los modernos, "simétricamente" a los griegos, asignan la "principialidad" al sujeto.

La conciencia pasa, en la modernidad, a ser el primer principio. Ahora el primer principio es la identidad.

Se ha cambiado el primer principio, que ahora es el principio de identidad y se le confunde con el "fundamento" de la filosofía griega.

La aspiración a ser como el universo (error al que lleva el presentar la conciencia como principial) despoja al hombre de su dignidad.

En efecto, la dignidad del hombre es la de ser hijo que secunda libremente el amor del Padre.
(El universo no es segundo, ni libre. Querer ser como el universo degrada al hombre).
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¿Qué conviene recordar antes de iniciar el estudio de la caída trascendental?

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Conviene recordar las cuatro elevaciones de la persona humana a nivel trascendental, es decir, no a nivel esencial, o de la vida nuestra de todos los días :

la 1ª creación : la estudiaremos en la etiqueta : 5.14.0, se trata de la iniciativa divina o elección de cada persona antes de la creación del mundo.

la llamada inicial o 2ª creación : la estudiaremos en la etiqueta : 5.15.0.

la elevación o mantenimiento de la llamada : la estudiaremos en la etiqueta : 5.16.0 y se asimila a la gracia personal y a las gracias actuales de la teología.

la glorificación : la estudiaremos en la etiqueta : 5.17.0, es  el encuentro definitivo con Dios.

Pero además de esta cuatro elevaciones no podemos olvidar que "trascendentalmente" hubo una caída (que se corresponde con lo que la teología llama pecado original). No es otra cosa que la comunión con el maligno, con el don nadie. Estudiamos en esta etiqueta 5.16.1 esa caída trascendental.

Y hay también una redención trascendental. Es lo que llamamos nueva creación o redención. La estudiaremos en la etiqueta 5.16.2.



La explicación global de las etapas trascendentales la haremos en la etiqueta 5.7.0
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¿Tiene algo que ver la caída con el demonio?

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Don nadie es el señor que se aleja de Dios.

El adverbio que huye del Verbo.

Trascendentalmente, el demonio es la personificación de la caída, de la mentira.

Y la caída del ser personal es una de las etapas trascendentales que se pueden alcanzar gracias al autotrascendimiento.

Platón lo vió.