¿A qué llamamos "intimidad" teniendo en cuenta el carácter de apertura?

 

Polo llama "intimidad" a la persona humana.

 

Y lo hace para señalar que el ser humano está abierto por dentro. Es “intimidad”.

La persona humana o lo que es lo mismo el acto de ser humano, está abierto por dentro y es dual en todas sus dimensiones.

 

La dualidad radical más íntima es la dualidad nacer-destinándo.se (el nacer-destinar de Adam Solomiewicz)

 

Polo habla, sin embargo, de otra dualidad, íntima, entre dos aperturas:

la apertura "interior" y la apertura "hacia adentro".

 

La apertura interior es la dualidad entre dos trascendentales personales: la coexistencia (co-ser) y la libertad.

 

La apertura hacia adentro es la dualidad entre los otros dos trascendentales personales descubiertos por Polo: el conocer personal y el amar personal.

 

Abarcamos así la complejidad del ser humano, pues los cuatro trascendentales personales (coexistencia, libertad, conocer y amar personal) son íntimos, y están abiertos, son "duales".

 

Dicho esto, Polo no tiene reparo en llamar “intimidad” también al trascendental "coexistencia", co-existir trascendental, o "co-ser". Al fin y al cabo los trascendentales personales se convierten, y mejor que los metafísicos.

Jorge Mario Posada también propone llamar “intimidad” al trascendental co-existir.

 

Es decir, a veces Polo llama "intimidad" al trascendental personal "co-ser" y otras veces al conjunto de dualidades íntimas del ser personal.

 

Este conjunto está formado por: la apertura interior y la apertura hacia adentro.

La apertura interior es la dualidad entre la coexistencia trascendental y la libertad trascendental.

Y la apertura hacia adentro es la dualidad entre el Intelecto personal y el Amar personal.


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