.
Yo le diría en primer lugar que el ser se divide en dos: creado e Increado. Criatura y Creador.
Aristóteles y los griegos no conocieron la creación. El universo es para ellos lo que es. Dios es Acto puro. Los otros seres son compuestos de potencia y acto. Las formas aparecen y desaparecen, pero no por creación, sino porque el orden del universo es así.
Efectivamente, Bobby, las formas son actos, pero no todos los actos son del mismo nivel. Algunos son muy efímeros, como las moscas o el humo. Otros son más perfectos, como los movimientos circulares. Todo se mueve, salvo el Acto puro, que es motor inmóvil.
Tomás de Aquino explica filosóficamente la creación, descubriendo un acto que hace que las formas "sean". Este acto de ser no es un accidente, pues los accidentes inhieren en sustancias que ya "son". El acto de ser, que hace ser, es el acto creador. Dios "da" el acto de ser.
Polo descubre que todas las criaturas del universo físico son por un mismo acto de ser: el acto de ser del Universo, al que llama "persistencia". Es un acto sencillo, que se despliega según las cuatro causas aristotélicas. A ese despliegue tetracausal, Polo le llama "esencia" del universo.
El método utilizado por Polo, su propuesta en teoría del conocimiento, es el "abandono del límite mental".
Este abandono tiene cuatro dimensiones.
1ª: Al excluir el límite mental se advierte el "ser" del Universo (gracias al hábito de los primeros principios).
2ª . Al pugnar con el límite mental encontramos la esencia del universo (gracias al hábito de ciencia).
¿Y qué conseguimos con la 3ª y 4ª dimensión? ¡Mucho más!
3ª Al desaferrarnos del límite mental alcanzamos el ser personal (gracias al hábito de sabiduría).
4ª Al demorarnos en el límite mental accedemos a la esencia humana. (gracias al hábito de sindéresis).
Habrá usted notado, amigo Bobby, que el acto de ser del universo es uno y sin embargo, cada persona "es" un acto de ser personal distinto.
Cada "persona" es libertad trascendental, está incluida, al ser creada, en el ámbito de la máxima amplitud, que es Dios.
Y cada "persona" se manifiesta libremente. La manifestación de la persona es la esencia humana.
Si me permite, haré ahora alguna anotación a lo que expone.
-El conocimiento humano más que infinito es irrestricto. Siempre puede conocer más. Lo infinito es inabarcable.
-La libertad es trascendental, la persona es libertad y esa libertad impregna, más o menos, todas sus manifestaciones. La esencia humana no es la libertad, sino su manifestación.
-El hombre no "tiene" acto de ser. La persona humana "es" acto de ser personal. El "tener" es esencial: tenemos inteligencia y voluntad, tenemos virtudes.
-La persona es extracósmica pues no depende de las causas del universo. Pero la persona humana se manifiesta en el mundo, disponemos, libremente, a través del cuerpo. Vivimos encarnados.
-Dice usted bien que Tomás de Aquino acierta a ver que la esencia es potencial respecto del acto de ser.
-Las personas humanas somos, pues, seres libres, distintos del ser del universo, pero creados, como el universo, por Dios. Pero no me olvide usted a los Angeles.
Atentamente
Joseph Kabamba
.