Rápidamente ¿quién es la persona?

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Persona, rápidamente es la relación subsistente originaria o, en el caso de las personas creadas, relaciones subsistentes en el orden del Origen.
 
Noten la distinción entre ser personal y el acto de ser del universo físico (denominado "persistencia" por Polo).

El universo físico es la persistencia subsistente en el orden del Origen. Depende del Origen en el modo sencillo de la persistencia.
 
La persona creada es, sin embargo, la relación subsistente en el orden del Origen, es decir, dependencia del Origen en el modo de relación insistente, intensiva "hacia" el Origen (insistencia subsistente en el orden del Origen.
 
Las Personas en Dios (la Trinidad) son relaciones subsistentes originarias.
 
La persona es pues un ser abierto a la trascendencia. Por tanto, radicalmente libre.
 
Libre para destinarse, si quiere. Responsable.
Su verdad le inspira a dar-se.
 
La persona (Juan A. Gz) sabe de sí.
La persona rebrota. Sabe más de sí.
 
La "intensidad" de la insistencia hace referencia a la "esencia", que en Dios se identifica (Esencia divina) con cada una de las personas y en las personas humanas es más o menos intensa según el grado de santidad.




Estudiamos la intensidad y la transparencia en la etiqueta 5.4.4

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¿A qué llamamos corazón siguiendo la Antropología poliana?

 


Propongo llamar “corazón” a la intimidad de la persona humana.

 

Persona, corazón, espíritu e intimidad serían, según esta propuesta, equivalentes.

 

El  Catecismo de la Iglesia católica, cuando nos da la clave del sentido bíblico del "corazón", en el nº 368, dice que el corazón es el "fondo" de nuestro ser".

 

Pienso que podemos comprender ese “fondo”, como la persona, el espíritu o la intimidad que somos.

 

El corazón, en el lenguaje corriente se refiere principalmente a la sede de los afectos.

 

Mi corazón, sin embargo, según esta propuesta que considero poliana, es “la persona” que soy.

El espíritu que soy. La intimidad que soy. Mi acto de ser personal.

 

Para entendernos intentaré distinguir entre el “corazón como persona” y “corazón como manifestación de sentimientos (afectividad)”.

¿Qué dice el Catecismo de la Iglesia Católica (n.2563) sobre el corazón?

 


Pienso que la enseñanza del Catecismo sobre el corazón puede entenderse desde mi "visión poliana del corazón como persona".

 

En efecto, el corazón bíblico es equivalente a “persona” y está oculto como la persona.

 

Los sentimientos y los actos de la inteligencia y de la voluntad son “manifestaciones” de la persona, pero no son la persona. Ordinariamente se les designa como “corazón” pero en realidad son solamente manifestación de la persona, que es lo que propiamente es el corazón.

 

 

CEC 2563 El corazón es la morada donde yo estoy, o donde yo habito (según la expresión semítica o bíblica: donde yo “me adentro”). Es nuestro centro escondido, inaprensible, ni por nuestra razón ni por la de nadie; sólo el Espíritu de Dios puede sondearlo y conocerlo.

 

(Ni la razón, ni los demás pueden sondear el corazón como persona, la persona que soy, si no me manifiesto).

 

 

CEC 2563 :

El corazón e.Es el lugar de la verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya que a imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la Alianza.

 

 (recordemos que la persona es relación con Dios)

Las relaciones con las demás personas humanas pertenecen a la manifestación de la persona (la esencia humana).

 

Louis Cardona apuntó que “últimamente me estoy quedando con la idea de que el corazón es la dualidad acto de ser (persona) / esencia (alma, yo)”.

 

Yo opino que no es así.

Pienso que el concepto bíblico de corazón no es una visión conjunta de espíritu y alma.

Es, a mi entender, espíritu, que se manifiesta en el tiempo. El corazón como persona no es lo que se manifiesta, sino el que se manifiesta.

 

Según la Biblia y la filosofía poliana, el corazón es, a mi entender, la persona.