¿Cuál es la actividad propia del yo?,
pregunta Beto, y el jefe Juan A. García responde : organizar el cuerpo y luego
ver-yo y querer-yo.
No piensen ustedes que organizar el cuerpo
es manipularlo físicamente. Como el trabajo de tatuarse.
Ciertamente podemos peinarnos o
alimentarnos.
Pero la actividad del yo, como bien dice
Beto, es actividad virtual (es una alusión al realismo virtual del Jefe).
Y Ana Isabel, en su fono, aclara que esa
actividad virtual es un disponer, una disposición innata a la persona, por la
que se hace cargo de su naturaleza.
Pongamos un ejemplo: la sonrisa del bebé es
natural. El yo decidirá cómo investir su alegría en el sonreír. Vamos así
configurando nuestro cuerpo como manifestación de la persona que somos.
Si tenemos un cuerpo de hombre sería
insensato querer disponer como mujer. Nos equivocaríamos. Aunque podemos
hacerlo.
Y el Jefe concluye, vamos añadiendo vida a
la vida recibida.
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