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Experimentando la libertad radical.
Si emprendemos la vía de la libertad trascendental
(libertad nativa – libertad de destinación) se nos muestra la existencia de
Dios como Personas.
De ahí que Polo hable de la mostración de Dios.
Las vías que sigue Tomás de Aquino a partir de
rasgos fundamentales del universo (la causalidad, la necesidad, el orden)
tienen un punto de partida muy claro y demuestran la existencia de Dios.
Tienen también la ventaja de no impedir la libertad
como rasgo humano y vislumbran a Dios como Persona.
Sin embargo, la intelección de Dios como ser
personal es más directa si alcanzamos
la libertad personal. En efecto, es imposible la libertad profunda, la libertad
– libertad, si Dios no existe.
El esfuerzo intelectual requerido, digámoslo así, es
más osado, pero es que pensar a Dios no es cosa de poca monta.
Debemos abandonar una consideración banal de la
libertad (verla como el capricho de elegir entre whisky o ginebra) para
comprender (el término preciso es "alcanzar")
que el meollo de la persona es su irrestricción, su ser "además". Si
la apertura irrestricta que somos no encuentra su correspondencia, su réplica,
su insistir inagotable, quedaría frustrada. Vamos, que no se abriría.
Cuando experimentamos nuestra apertura interior,
entonces y desde entonces, estamos hablando con Dios.
De esto habla Polo en el último capítulo de
"Quién es el hombre" p. 224, 2-3.
Para saber más sobre la libertad
Etiqueta 1.1.2
libertad
Etiqueta 5.5.4
libertad personal o trascendental
Etiqueta 5.5.4
libertad nativa
Etiqueta 5.5.4
libertad de destinación.
Etiqueta 6.1.5
libertad esencial o de disposición
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