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Dios crea al hombre para
que incremente el bien, perfeccionando el universo, por Amor.
En el Paraíso, en la
antehistoria, Adán tiene la "ciencia del bien", no la "ciencia
del bien y del mal".
Esta última aparece en el
momento de la caída y de la expulsión de la primera pareja.
La "ciencia del bien
y del mal" es una ciencia inferior, pues tiene que ocuparse de los
problemas derivados del pecado, de ese error peculiar de la libertad que se
separa de Dios.
Adán en el Paraíso,
gracias a la ciencia del bien ponía nombre a las cosas, es decir, identificaba
y manifestaba, honrando así a Dios, la perfección de cada ser.
Su trabajo era incrementar
el bien pues Dios quiso crear el universo sin acabar de ser todo lo bueno que
puede ser.
Los problemas surgen
cuando Adán actúa en solitario, al margen de Dios.
Entonces necesita de la
ciencia del bien y del mal. Entonces se convierte en el primer gnóstico de la
historia filosófica, pues supone dos principios, el del bien y el del mal.
La ciencia del bien y del
mal es una ciencia de las oquedades del hombre, de las imperfecciones de su
actuar solitario.
El hombre huérfano de Dios
es un menesteroso que debe ocuparse constantemente de colmar sus necesidades.
Entonces el trabajo no es
solamente hacer el bien, sino corregir el mal.
Ideas inspiradas en las
preguntas nº 42-43 de "ANALÍTICA DEL AMOR". Entrevista de Juan Cruz
Cruz con Leonardo Polo, que pueden ustedes encontrar en el nº 33 de la revista
Miscelánea poliana.
Para saber más vayan a las etiquetas de este
blog:
18.1.1 analítica del amor;
9.2.0 trabajo
1.6.0 creación;
12.2.3 Adán y Eva;
7.0.1 Antehistoria;
9.1.0 Revelación primera;
12.1.0 pecado original;
6.2.10 el mal;
5.2.2 bien