Ciertamente el homo
habilis debía trabajar.
Si el hombre no trabaja, tendría que adaptarse
morfológicamente al medio, pero su cuerpo no está hecho para ello;
biológicamente no es competitivo.
Pertenece a la esencia misma del hombre en cuanto ser
vivo estar abierto al mundo, gracias al trabajo técnico que le permite
modificar el entorno a través de su acción.
Los antecesores nuestros desde el punto de vista
morfológico, el "habilis" y
el "erectus" (que no son
personas), se extinguieron seguramente porque su capacidad fabril no fue
suficiente. Su cuerpo seguía la línea evolutiva no adaptativa de un modo
precario por carecer de inteligencia. Eran especies poco viables.
Estamos asistiendo al nacimiento de la ética : el
"homo" debe
trabajar, de lo contrario se extingue.
Más aún, podemos atisbar la coherencia entre el cuerpo
del género "homo" y la
inteligencia (espiritual) necesaria para que subsista.
Y me atrevo a decir que Dios crea las personas cuando
hay un cuerpo que para subsistir necesitará la inteligencia.
Es el tema de la unión del cuerpo y el alma,
simbólicamente ilustrada por el soplo de Dios sobre la arcilla modelada.
El "homo"
es un género de vivientes que culmina cuando tiene lugar la humanización.
De esto habla Polo en "Ética". Hacia una
versión moderna de los temas clásicos. 2ª edición. Unión Editorial. p. 38.4 y
41, 2-3.3
Para
saber más sobre la humanización ver la etiqueta 9.2.1
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