¿Cuáles son las dimensiones de la vida humana?

.



Las dimensiones de la vida humana son la fe,
el trabajo
y la amistad.

La fe es el conocimiento del encargo que hemos recibido al nacer.

El trabajo es la realización esperanzada del encargo.

La amistad es la felicidad del destino compartido.

fe se corresponde con el Inteligir personal.
trabajo se corresponde con la Libertad trascendental.
amistad se corresponde con el Amar personal.

La persona humana, que es "además" o co-ser, humildemente las conjunta, al aceptarlas. Así su vida se consuma.
(por la puerta de la humildad pasa la oración: relación subsistente "hacia" el Origen).


.

11 comentarios:

Consuelo Martínez Priego dijo...

Joseph, no sé de dónde procede esta -como siempre- magnífica síntesis.

La apreciación que creo ha de hacerse a esta cuestión está condicionada por la pregunta anterior: la vida es una actividad esencial. Este punto no lo puedo asumir aún porque entiendo que hay algo más radical que puede "vivirse", y que se sitúa al mismo nivel que la filiación; es decir, que la filiación es una mera situación de hecho y si plenitud es algo más que una actividad esencial. Análogamente creo que hay más dimensiones -además de la filiación- que crecen en el ser personal y que no consigo ver como meramente esenciales. Pero bueno, esto no es imprescindible para ver lo que quería apuntar.

Entiendo que la amistad no es lo más alto que el vivir humano implica. En efecto, es el amor "paterno-materno" y no el de amistad, el superior.
Lo propio de la persona es ser capaz de querer como quiere un padre y una madre, atendiendo a la totalidad de la persona y sin estar en situación de reciprocidad. Entiendo que el amor de amistad no es esencial al "ser familiar"; sin embargo, el amor "materno-paterno", si.

Me decía una persona el otro día que un hermano quiere a otro, propiamente no como amigo, sino en cuanto "prolonga" el amor del padre -lo quiere en cuanto hermano y por tanto en cuanto hijo de su padre-. Un hermano es tal si puede querer como "hermano mayor", es decir, asumiendo la responsabilidad paterna.

Un elemento más: la amistad no sólo no asume la totalidad de la otra persona, sino que no incluye la dimensión "hogar" -el cuidado material de la persona y su entorno, la capacidad de crearlo y sostenerlo-, por lo que es inferior al amor "paterno-materno" que lo incluyen necesariamente.

Sin embargo, como puede ser que esté completamente equivocada... convendría que me sacaras del error, lógicamente.
Gracias

Padre Roberto dijo...

Jo, supongo que te acuerdas de que cuando salí de Kin, en el 95, te dejé el librito "La personalidad del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer", de la colección nt, en el que se encuentra el artículo de Polo : "El concepto de vida en Mons. Escrivá de Balaguer". Me parece que es de ahí de donde sacamos las tres dimensiones de la vida : fe, trabajo y amistad.

Y luego pusimos en relación cada dimensión con las aperturas trascendentales : fe-fe ; trabajo-esperanza ; amistad-caridad.

¿Estás en línea? ¿Cómo va Sabuy?

Joseph Kabamba dijo...

Estoy en línea y Paco también.
Sabuy va muy bien.

Sí. De ahí lo sacamos, como tantas otras cosas.

Pero ahora se trata de continuar respondiendo a la pregunta sobre las dimensiones de la vida.

Desde entonces, desde que estudiamos aquel artículo, enfoco la vida como actividad esencial (esencia), para distinguirla del acto de ser personal.

La vida crece con virtudes, bienes y normas.

La filiación, la paternidad, la maternidad, la fraternidad las veo del lado de lo, digámoslo así, óntico.

Somos mejores hijos, si tenemos más virtudes y ofrecemos más bienes. Pero, aunque sea un malvado, seré siempre hijo.

Somos mejores hijos si somos más "amigos" de Dios.

Tendremos que abrir una etiqueta sobre la amistad.

Consuelo Martínez Priego dijo...

¿Hemos de distinguir metafísico (acto de ser), óntico (¿?), y esencial?
En todo caso, me alegro de que se pueda ubicar la filiación y la maternidad-paternidad en el nivel óntico.

En todo caso, creo que la amistad no es el conectivo de la familia. Ésta es una virtud que crece en todo contexto social -obviamente también en la familia- y en la familia las relaciones son suficientemente distintas (como se deduce, por ejemplo, del análisis de su consistencia frente a la sociedad).

En otro momento seguiré
Gracias

Joseph Kabamba dijo...

La metafísica estudia clásicamente el acto de ser y su distinción real con la esencia.

Polo propone distinguir la metafísica de la antropología.
En efecto, la antropología es clásicamente considerada como una parte de la metafísica.

Polo, al proponer que el acto de ser personal es distinto del acto de ser del universo (la persona es dual y el universo es simple), propone también que la antropología sea estudiada aparte.

Por eso dice que la metafísica estudia el ser como fundamento, mientras que la antropología estudia el acto de ser personal.

La antropología trascendental debe estudiar el acto de ser personal y la esencia del hombre. Pues prolongando a Tomás de Aquino, el acto de ser personal también se distingue realmente de la esencia del hombre.

Cuando decimos "óntico", hablamos del acto de ser (personal o del universo). En el caso que nos ocupa, lo que queremos decir es que la familia no es, de entrada, asunto de la ética, porque es una institución natural.

Copio las referencias a este asunto en "Quién es el hombre" sexta edición :
"El hombre es naturalmente familiar" p.73.3
"La familia es una unidad suficientemente firme para constituir lo que se llama una institución". p.74
"La coherencia familiar descansa en rasgos básicos del hombre" p.78.2

Eso no quiere decir que la familia no pueda desnaturalizarse. Y por eso también la ética la protege y la desarrolla, haciendo familia.

En cuanto al conectivo familiar, he apuntado en la etiqueta 1.13, que me parece que es la piedad.

Sin embargo, trascendentalmente, el vínculo de la familia es el "amor personal".

Juan Fernando Sellés lo explica muy bien en su "Antropología para inconformes", de Rialp (Instituto de ciencias para la familia), capítulo 8.

De todos modos, en la pregunta que comentamos, nos referimos a las dimensiones o ejes del crecimiento de la vida humana.
Es decir al mejoramiento de la teoría (fe), práctica (trabajo) y voluntad (amistad).

Estamos a nivel de la manifestación.
El amor personal (que es trascendente) se manifiesta, haciendo crecer la vida en su unidad, según los ejes o dimensiones de que hablamos.

Creo que nos entendemos, pues no decimos que lo más alto sea la amistad, sino que la amistad es una de las tres dimensiones de la vida.

Consuelo Martínez Priego dijo...

Olé!
Poco más puedo decir por ahora. En todo caso... me has aclarado. Lo mejor:
"hacer crecer la vida en su unidad"
"Trascendentalmente, el conectivo familiar es el amor personal"
Entre otros.
Muchísimas gracias

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

hasta donde tenía entendido las dimensiones del ser humano son: la ética, estética, espiritual, corporal, cognitiva, comunicativa, socio-afectiva

Joseph Kabamba dijo...

Amigo anónimo,
La pregunta se refiere a las dimensiones de la vida humana, que no son las del ser humano.
Se trata de un acercamiento a cómo la vida, la esencia humana, crece gracias a la correlación sistémica de esas tres dimensiones.
La libertad trascendental que somos y que es ser inagotable entra en la esencia humana, en la vida humana, teniendo en cuenta esas tres dimensiones.
Quizá se puede enfocar de otra manera, pero me parece que ésta es muy fecunda.
Atentamente
Joseph Kabamba
.

JAssirio dijo...

Estimados Sres. ¿es posible ubicar la paternidad y la filiación desde los trascendentales antropológicos que propone LP? ¿No parecen estar, más bien, a nivel de la esencia?

Joseph Kabamba dijo...

.

Amigo buey mudo, en efecto, la paternidad y la filiacion son dimensiones esenciales de la persona humana.

Sin embargo, la libertad nativa puede formularse como filiación divina. Todos los hombres somos hijos de Dios. Somos libertad nativa, somos hijos.

No sucede lo mismo con la paterniad, ya que todos los hombres no somos padres. Cabe hablar de la paternidad divina como Origen. Y entonces es un trascendental no humano, sino de Dios.

Atentamente,
Joseph Kabamba

.