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El acto de ser del universo es un primer principio : el principio de no contradicción.
El principio de no contradicción entendido no lógicamente, sino realmente.
Un principio real que trasciende a las causas, a los principios que no son primeros.
La tetracausalidad (la esencia del universo) deriva de la principialidad primera.
El principio real de no contradicción es el acto de ser no contradictorio.
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3 comentarios:
Si "la tetracausalidad (la esencia del universo) deriva de la principialidad primera", entonces el principio de no contradicción es también principio de causalidad trascendental. La persistencia es la causa no contradictoria. ¿Valdría decirlo así?
En primer lugar, Juan, me asombro leyéndote y haciendo una pregunta a este poliano aficionado y congolés.
Me parece que lo que hay que decir es que la persistencia, el acto de ser del universo, es el "principio de no contradicción" que hace posible el orden del universo, la unidad de orden que es la esencia del universo.
En efecto, las cuatro causas, para ser ordenadas, no pueden ser contradictorias. Luego Dios "crea" el universo al crear la no contradicción (es un principio real, no lógico).
Ahora bien, el nombre de "causa" trascendental, pienso que hay que reservarlo a otro principio primero, distinto del principio de no contradicción.
El principio de no contradicción es el "comienzo trascendental".
El principio llamado "causalidad trascendental", distinto del "comienzo trascendental" es denominado por Polo « creación ».
El otro "primer principio" real es el "principio de identidad" (asímismo principio real, que no lógico).
Salvador Piá rectifica la propuesta de Polo diciendo que el principio de causalidad trascendental no es distinto de los otros dos, sino la vinculación de dependencia entre ambos.
Con todo esto, no me parece que se pueda llamar al principio de no contradicción, principio de causalidad trascendental. Es, sencillamente, "comienzo".
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