Se
puede decir con seguridad que el homo
habilis y el erectus no eran
inteligentes. No pasaban de tener imágenes, asociaciones, que les permitían manejar
instrumentos, pero no saben universalizar.
La
cosa es más complicada cuando se trata del sapiens.
Hemos
de buscar indicios para averiguar si esta última o penúltima especie tiene
inteligencia.
Indicios
de inteligencia son el arte, la magia y los enterramientos.
Si
hay arte, hay inteligencia. Pues el arte es una cierta suspensión del carácter
utilitario de la obra.
El
artista se ha parado a pensar, a contemplar.
No
se centra la atención exclusivamente en el valor práctico del instrumento, sino
que lo adorna con figuras geométricas o una cabeza de caballo.
El
arte es un indicador de la inteligencia porque la actividad artística, sin
dejar de ser práctica, no es útil.
El
arte no es instrumental, sino cierta suspensión de lo instrumental por el
símbolo.
La
belleza no aumenta la efectividad. Nos hemos salido de lo práctico.
En
los yacimientos del Cro-Magnon y del Neanderhalensis hay manifestaciones
artísticas. Podría alegarse que más que arte es magia, pero en la magia
persiste el carácter simbólico, que no cabe atribuir a la imaginación sin
intervención de inteligencia.
También
los enterramientos del Neanderthalensis
son indicio de inteligencia pues muestran dos cosas: que se considera el alma
como inmortal y que se hace patente la identidad personal.
De esto habla Polo en "Ética".
Hacia una versión moderna de los temas clásicos. 2ª edición. Unión Editorial.
p. 54.2 y 55
.
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