Sí. El hombre puede salirse
del cosmos.
A la capacidad de
universalizar, de tener ideas, es inherente el poder interrumpir la acción
práctica.
El animal no puede detener su
comportamiento práctico. Su imaginación, su instinto, funcionan
automáticamente. A lo más, se duerme (y sigue soñando).
El hombre, al poseer ideas,
puede detenerse, pararse a pensar, desarrollar una actividad cognoscitiva pura.
El conocimiento sensible, en
el animal, no es más que una fase de su comportamiento.
El animal no puede bajarse
del tren, vive en su comportamiento.
"Pensar" es otra
manera de vivir, distinta a la vida animal.
Algunos animales sueñan.
Ninguno piensa.
El sueño es una fase del
comportamiento animal.
El hombre, al despertar,
puede salirse del sueño, el animal sigue en su tren.
El hombre, sin embargo,
cuando piensa, se separa de cualquier otra ocupación. Puede cesar la acción
práctica y no hacer nada. Sólo pensar.
El hombre al suspender su
conducta práctica, muestra otra manera de vivir, extracósmica, otra actividad
vital no determinada por la física.
Cuando se piensa, no se hace
nada. Pero ese "no hacer nada" no es el puro quedarse en blanco: es
sustituir la acción práctica por otro acto, sustituir la acción por el
conocimiento.
De esto
habla Polo en "Ética". Hacia una versión moderna de los temas
clásicos. 2ª edición. Unión Editorial. p. 53
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