Eso es falso.
Es cierto que el alma de los animales no puede separarse de su cuerpo.
Cuando el animal muere, ya no hay alma, ya no hay vida, ya no hay cuerpo
animal. Hay cadáver.
En el caso del hombre, el alma es la primera manifestación de una vida
superior. Es el engarce de un cuerpo que es humano precisamente por tener la
vida humana que la persona aporta.
El cuerpo es más humano en la medida en que la persona lo va haciendo más
suyo, esencializándolo.
Si el alma humana penetrase suficientemente en el cuerpo, no lo dejaría,
sino que haría el tránsito con él.
No es el caso de los animales, cuya alma no es espiritual.
Juan Fernando Sellés dice que las mujeres tienen el alma más pegada al
cuerpo. Si es así, deben resucitar más fácilmente.
De esto habla Polo en el último capítulo de Quién es el hombre, p. 217.2
Para saber más sobre la cultura, ver Etiqueta 7.2.0
Para saber más sobre la muerte, ver Etiqueta 10.0.0
No hay comentarios:
Publicar un comentario