Polo dice que el futuro
no desfuturizable, que no es otra cosa que la libertad trascendental, es la
apertura trascendental en la que el ser personal es “otorgado creativamente”.
Entendamos que se habla
aquí del ser “personal” y no del ser del universo físico, que no es libre.
El ser “personal” es
libertad.
Dios debe crear la
libertad que es cada persona. Y debe hacerlo de modo distinto a como crea el
ser del universo físico.
La libertad es creada,
otorgada, creativamente.
El adverbio
“creativamente” no designa solamente el acto creador de la parte de Dios, sino
que también indica que la persona “acepta” libremente su creación.
Somos creados sin nuestro
consentimiento, pero somos personas en la medida en que consentimos.
Nuestro
ser está también en nuestras manos.
¿Puedo rehusar ser?
El rehusar sería ya
libre.
La creación de cada
libertad que somos y seremos va unida a la respuesta “libre”, a la responsabilidad.
Agustín de Hipona dice
que Dios, que te ha creado sin ti, no te salvará sin ti.
Que glosamos diciendo que
la decisión de crearme, sí que es sin mí. Pero al crearme libre, me crea
conmigo, contando con mi respuesta, libre.
Dios nos ha otorgado el
ser personal “creativamente”. Según el modo de la creación de la libertad. Que
es un crear contando con la respuesta.
El futuro que siempre
seremos es otorgado según la creación de la libertad: Dios me crea conmigo.
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