Lo que justifica una antropología teándrica es la
respuesta al mal.
El dolor es un sinsentido que provoca las
antropologías trágicas existencialistas y nihilistas.
La pregunta sobre el hombre entra en crisis ante el
drama del sufrimiento.
Sólo una "nueva" dimensión del ser hombre
puede superar la tragedia.
Dios debe intervenir de "nuevo".
Filosóficamente sólo un Dios-hombre, sólo una nueva vida dará valor a
nuestro "tener".
A esa antropología Polo la llama a veces
"antropología teándrica". Para entender al hombre en nuestra
situación, necesitamos que Dios venza al mal.
No basta que el hombre sea capaz de tener y crecer.
El hombre es también capaz de dar. Y puede herir.
Si Dios tiene Corazón, y sufre. El hombre será capaz
de dar sentido a su dolor, pues el dolor en Dios es Misericordia y en nosotros
dolor de Amor.
De
esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología",
aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 29.3.
Para
saber más:
Sobre
el mal:…………………….Etiqueta 6.2.10
Sobre
el dolor:………………..…Etiqueta 8.5.0
Sobre
la Antropología………….Etiqueta 5.1.0
Sobre
la Filosofía cristiana:….Etiqueta 7.8.0
Sobre
el "tener":…………………Etiqueta 1.9.1
Sobre
el "dar":…………………...Etiqueta 1.0.2
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