No es raro encontrar individuos convencidos de que la
especie humana evoluciona y que en un buen puñado de siglos existirán
superhombres.
Polo es explícito: “la evolución se para en el
hombre”.
La evolución, en el caso del hombre, es una
preparación de su carácter esencial, es decir, la preparación de una naturaleza
física para que sea susceptible de devenir humana, y a partir de ahí, esencia
humana, manifestación de una persona.
La persona humana puede esencializar, incorporar el
universo físico elevándolo a mundo suyo, desde ella misma.
La evolución, en el caso del hombre, prepara una
naturaleza que no estorbe al pensamiento, y al mismo tiempo que permita
conectarse con el universo.
El cerebro humano no estorba cuando puede frenarse y
no distrae (los animales son incapaces de parar su cerebro, sus automatismos).
El cerebro humano puede conectarse con el universo
gracias a los sentidos internos (que tienen base orgánica), especialmente
gracias a la imaginación.
Ésa es la naturaleza que la persona humana necesita
para crecer.
La esencia de la persona humana. Notas sacadas de la conferencia dictada el
25-XI-1994 en el salón de grados Mª Zambrano de la facultad de filosofía y
letras de la Universidad de Málaga. (Miscelánea poliana nº 4, p.42).
Citamos las páginas según la recopilación titulada "Antropología y
trascendencia" publicada por I. Falgueras y Juan A. García
.
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