Polo llama misterio
al tema de la fe.
La fe, como todo acto de
conocimiento, está separada de su tema, el cual se llama misterio por ser por completo trascendente a la intelección humana.
La fe se expresa en símbolos;
pero el tema de la fe no es el símbolo, sino aquello a lo que el símbolo
remite. Por ese doble motivo, porque su tema es misterioso y por aludir a él
simbólicamente, se dice que la fe es una luz oscura.
Nótese que por expresarse en
símbolos proferidos, la fe se asimila a cierta poiesis.
Por eso también se dice fides ex auditu.
Así
habla Polo en Antropología trascendental II, nota 30 de la p. 20
.
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