Clásicamente la verdad tiene tres
significaciones :
a) la
verdad que está en las cosas: son las esencias de la cosas, que en cuanto
que pueden ser conocidas se llaman verdaderas. Es lo que se conoce como verdad ontológica. A esta verdad se
opone la falsedad.
"Ente" es el modo filosófico de
mentar la realidad (del verbo einai).
Pero el ente no es meramente óntico, sino onto-logos, posee en sí mismo su
propia consistencia verdadera: podemos conocerlo.
b) la
verdad es la adecuación de la mente con la realidad. Aquí la verdad se toma
en tanto que está en nuestro conocimiento. Si lo que conocemos es en la
realidad tal como lo conocemos, poseemos la verdad de lo conocido. A esta
verdad se opone el error.
c) y la tercera significación de la verdad es la verdad contenida en nuestras palabras,
es decir, la adecuación entre lo que decimos y lo que pensamos. A esta
verdad se opone la mentira.
A la verdad ontológica se opone la falsedad,
en el sentido de que una cosa no es en sí lo que creemos que es. De todos
modos, una moneda falsa es una verdadera moneda falsa. Los entes en cuanto son,
son verdaderos.
La verdad es uno de los llamados trascendentales relativos. (pueden
ustedes leer con provecho la etiqueta 5.2.0 trascendentales metafísicos)
Todos los entes son verdaderos en cuanto que
son, pero los llamamos verdaderos no porque sean, sino porque pueden ser
conocidos.
Por eso la verdad es un trascendental
"relativo" al conocer.
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