La operosidad del amor es lo que el amar de
una persona añade a sus obras.
¿Por qué el hombre puede trabajar? En primer
lugar diremos que la capacidad de trabajar se resume en el hecho de que el
hombre tiene manos. Gracias al “tener” podemos obrar.
Para actuar, para servir, debemos antes
poseer: los materiales, los instrumentos, la técnica, la ciencia, la virtud.
Necesitamos tener a todos los niveles.
Pues bien, al trabajar, cada quién se añade
a sus obras, con un tipo de generosidad desligada del tener.
Es un otorgamiento íntimo que acompaña, y antecede, al obrar.
Además de operar, el amor es "operoso".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Joseph, estoy feliz de que nos facilites conocer a Polo de un modo tan sencillo: pequeñas dosis cada vez. Seguiré viniendo aunque no pueda decir siempre algo como comentario, pero el sedimento poliano quedará.
Saludos de Chile
Gracias, AleMamá, vuestro cálido blog me animaba también. Espero que haya podido restablecerse completamente. Joseph
Publicar un comentario