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El co-ser exige la sabiduría, pues la sabiduría es, de entrada, saber de sí.
El hábito de sabiduría es el sentido metódico del carácter de además, cuyo valor temático son todos los trascendentales personales
Acompaña. Pero no es otra
persona.
En Dios, la Sabiduría sí
es otra Persona, el Hijo de Dios, que acompaña eternamente a su Padre.
Sin embargo, el saber de sí
que hace de la persona humana un coexistente, solamente abre el ámbito de su
intimidad: gracias al hábito innato de sabiduría el coexistente personal
dispone de apertura interior, se abre por dentro.
Es una apertura precaria, que se abrirá hacia adentro, buscando su réplica.
Ideas
sacadas del “compendio” de Antropología “el hombre como persona” de Juan A.
García González.
El co-ser exige la sabiduría, pues la sabiduría es, de entrada, saber de sí.
El hábito de sabiduría es el sentido metódico del carácter de además, cuyo valor temático son todos los trascendentales personales
Es una apertura precaria, que se abrirá hacia adentro, buscando su réplica.
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