¿Cómo se realiza la llamada inicial de Dios a la humildad?

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El fruto de la elevación trascendental que denominamos “llamada” de Dios, no es otra cosa que las aperturas transcendentales de la persona humana (humildad, esperanza, fe y caridad trascendentales).

Siguiendo la intuición de Adam Solomiewicz, cada trascendental personal es abierto por Dios teniendo en cuenta la dualidad radical nacer-destinándo.se.

Por ejemplo, el amar personal comprende un doble don: Dios da el don del "ser personal" que la persona acepta trascendentalmente y el don de la esencia humana que la persona da esencialmente a Dios.

Pues bien, la llamada de Dios también abre el primer trascendental personal “co-ser”.
Esta apertura es la humildad trascendental, que siguiendo la intuición de Adam es también doble: es un nacer humilde y un destinar.se humilde.

Ya ante, Salvador Piá notó que la llamada inicial se realiza según los cuatro radicales íntimos. 

El radical personal que está a la base de los demás es el Co-ser. Pues bien desde el co-ser la llamada inicial, decía Piá, es un re-nacimiento, es actividad re-naciente. Gracia inicial u original
Es un estar siempre abiertos al futuro o nuestra vinculación a Dios. Es la docilidad de la humildad.
Por eso propongo llamar a esta gracia inicial  "humildad trascendental".

La apertura transcendente del ser humano corre enteramente a cargo de Dios según el nacer (pendiente del destinar.se acabado que es la aceptación de Dios).
Ése nacer trascendental es el modo en que Dios se introduce inicialmente en la persona humana: elevando la apertura trascendental de los radicales personales con la apertura transcendente.
Por ese motivo, a la llamada inicial del además se la denomina gracia inicial  de la persona humana, porque es Dios quien en atención a Dios le da la gracia inicial a la persona humana, es decir, la llama.

Desde esa observación, la condición creatural del además  se dilucida como adverbio.

La persona humana es imagen de Dios como adverbio; por tanto ser imagen humana no significa ser verbo, ni tampoco ser pronombre. Y, justo por eso, como imagen o adverbio es como se muestra la índole creada de la actividad personal humana. A su vez, desde el carácter adverbial del además queda mostrado que Dios es persona como Verbo.


De esto habla salvador Piá en “El hombre como ser dual” p. 384-424
Y explicamos la llamada inicial en la etiqueta 5.15.0

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