Benedicto XVI ha repetido que Dios ha mostrado su rostro en
Jesucristo.
Si nosotros podemos manifestarnos y comunicarnos, Dios
también.
Si el hombre puede buscar a Dios, cuánto más Dios podrá salir
al encuentro del hombre y comunicarse con él, si quiere (si quiere Dios y si
quiere el hombre).
De ahí que podamos rezar el Salmo 27: "De ti mi corazón
ha dicho: busca su faz; y yo, Yahvé, tu rostro buscaré. No me escondas tu
rostro".
Lo trascendente puede ponerse en contacto con nosotros y
puede guiarnos en su búsqueda.
No somos huérfanos.
Ideas sacadas del libro de Polo
"Epistemología, creación y divinidad". Capítulo 2, 2. Itinerario de
la razón hacia la fe, p. 72.3
Para saber más ir a las etiquetas:
5.13.3 fe;
6.9.4 buscar;
12.0.1 Revelación
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