La posesión inmanente que sigue a la luz (que nos
permite entender) es meritoria, porque proviene también de un dar: se
"acepta" el don revelado. (Aceptar es también dar).
Pero la esperanza es más alta que la fe ya que busca
la aceptación recíproca. Renuncia a que sobre ella recaiga la atención ajena,
resaltando el nuevo premio con que el otro recompensará nuestra tarea.
¿Qué me irás a dar si me pides eso?
Glosa
a Leonardo Polo. Tener y Dar. En "Sobre la existencia cristiana" p.
135.2
Estudiamos la fe sobrenatural en la etiqueta
12.8.1
Las
virtudes infusas teologales las estudiaremos en la etiqueta 12.8.0 y también en
la etiqueta 5.16.2, en tanto que "nueva" creación.
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