Lo que Polo llama carácter
de "además" resulta difícil de exponer.
"Además", entre otras cosas, designa al
hábito innato de sabiduría. Siempre conocemos trascendentalmente más que lo que
conocemos.
La luz del intelecto personal ilumina lo conocido
objetivamente, pero puede también iluminar a través de la sindéresis el
ver-yo que activa la inteligencia, sus hábitos adquiridos y las
operaciones propias del conocer objetivo. Por eso podemos decir que el
intelecto personal es una luz que conoce "además" de lo
conocido (de lo conocido a través del objeto). No se limita a conocer el objeto
presente. Conoce más.
La luz del intelecto personal es pues
"además", es inagotable, de ella deriva el conocimiento de todas las
cosas propio del alma humana, que se puede hacer todo.
Pero la cosa no se queda ahí. El intelecto personal
está atravesado por otra luz, la luz del hábito innato de sabiduría, que es además del además.
O además y
además.
El intelecto personal se abre así a la búsqueda de más
luz. Podemos conocer más adentro de
nuestra intimidad.
Para entender el Intelecto personal, no basta pues,
considerarlo como una luz que separa la forma de la materia y la posee
inmaterialmente.
Eso es poco. El Intelecto personal es transparencia, que deja ver más.
Además y además.
De esto habla Polo en Antropología trascendental I, p. 119.3-4
Para saber más sobre:
el intelecto personal, ver etiqueta 5.5.2
el carácter de además, ver
etiqueta 5.4.0
.
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