El demonio quisiera
funcionar solo. Pero no lo puede.
De modo análogo a
como en el universo físico no existen energías desnudas, aisladas, pues el
mundo funciona según propia concausalidad, tampoco Satán puede actuar sin la
permisión de Dios.
(Esta permisión de
Dios no la entendemos si pensamos al demonio como una criatura temporal. La
permisión de Dios es trascendente a nuestro mundo).
La acción del
demonio, en tanto que angélica, es misteriosa para nosotros, pero ángeles
tenemos para no ser engañados.
El demonio ladra,
pero no muerde, salvo si nos acercamos.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario