¿Hay varios tipos de pesimismo frente a la libertad?

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Sí.
Una manera de ser pesimista es negarla. Estaríamos sujetos a la necesidad.
Incluso rebelándose, como Nietzsche, y rompiendo los moldes, se caería en otra fijeza.
El hombre está perdido frente al Poder. (No olvidemos que lo que caracteriza a lo "religioso" es la acción práctica del hombre frente a la Necesidad. Aquí la Necesidad gana).

Otra manera de ser pesimista es pensar que tenemos demasiada libertad. En el siglo XX aparece la idea de que tener mucha libertad es malo. Libertad ¿para qué? es el título de una obra de Lenin.
Si la realidad es necesidad arbitraria, ciega, entonces ¿qué hago? No sé en qué emplearla.

Si no encuentra su correlato personal (quien me diga indesfuturizablemente quién soy, si quiero), la libertad precipita en pesimismo.





De esto habla Polo en el último capítulo de "Quién es el hombre" p. 239.3

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