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En el Cielo seguiremos
creciendo con otro tipo de crecimiento. Siempre más.
Antes, mientras no
alcancemos definitivamente la vida "eterna", el crecimiento personal
puede malograrse.
El momento clave es la
muerte. La perseverancia final.
La Vida se logra al
aceptar el don (libre) que Dios quiere que seamos eternamente (contando con
nosotros, con cada uno).
Desde la eternidad, la
muerte es una consumación. La suma activa de mi donación entera.
Y tras la muerte, tras la
aceptación humano-divina del don que seremos, se sigue creciendo, pero de otra
manera.
Es otro tipo de
crecimiento que podemos llamar, siguiendo a Vargas, juego teándrico, la vida en la Vida del Verbo.
Gracias al mito del ascensor acristalado podemos entender el crecimiento de
la persona humana. Se trata de una Página del Blog a la que se accede desde
este enlace : https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/el-mito-del-ascensor-acristalado.html
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