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Hoy la conexión internet comenzó muy bien y pude seguir a Beto Vargas en su comunicación sobre el respaldo antropológico de la economía.
Hoy la conexión internet comenzó muy bien y pude seguir a Beto Vargas en su comunicación sobre el respaldo antropológico de la economía.
Me gustó mucho al recordame los tres radicales: moderno (el resultado), clásico (el crecimiento) y cristiano (donal).
La exageración del radical moderno conduce a una economía que se reduce al intercambio, apoyándose en que el hombre es un ser necesitante.
La exageración del radical clásico conduce a una economía centrada en las élites.
El radical cristiano conduce a una economía que aporta novedades, porque
el hombre es un ser donal.
Después presentó varios textos de Polo que avalan su exposición.
Gracias a la libertad el hombre puede aprovechar el excedente para hacer
una fiesta.
La persona es libre en tanto que es capaz de dar sin perder. (Ejemplo, la relación paterno-filial).
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A continuación Mercedes Rubio, desde Israel, compartió su preocupación por dar a conocer a Polo en ambiente anglosajón.
Presentó un proyecto para introducirse en publicaciones en inglés y dar a conocer los grandes descubrimientos de Polo:
Superar la simetría y desvelar a la persona.
Nos animó a todos y Juan García, en el coloquio, se mostró seguro de que
ese ambicioso proyecto será realidad un día.
Sin embargo, nos animó a bien estudiar a Polo, a bien entenderlo, para poder transmitirlo.
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Y con pena de mi parte se me fue la conexión.
No pude escuchar a Ana Bastida (actividad vital de Romano Guardini), ni a Silvia Carolina (aportes de Polo para superar reduccionismos).
Y tampoco ¡A Juan García!, con su distinción entre algo y alguien.
Tampoco a Urbano Ferrer (producción y donación).
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La conexión volvió cuando el coloquio estaba llegando a su fin.
Me encontré con mi amigo Beto diciendo, como otras veces, que había un vacío en Polo sobre las relaciones interpersonales.
En el chat objeté que las relaciones interpersonales se realizan a través de la esencia.
Y con gran alegría Juan Pablo Puy
intervino en el chat diciendo lo siguiente:
“No creo que exista tal vacío de la relación entre personas humanas en la teoría de Polo.
Lo más alto en la relación entre personas humanas se da en la esencia, y es la amistad, que consiste en querer al otro como Dios lo quiere.
O sea, aceptar la co-existencia con Dios del otro y hacerla crecer".
Y Juan García añadió: o.k.
No podía pedir más.
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En el coloquio también se abordó la posibilidad de personas humanas anteriores al pecado original.
(Tomás de Aquino pensó en la posibilidad de que Adán fueran muchos, insinuó Juan García).
Mercedes Rubio mostró su perplejidad ante tales afirmaciones diciendo que Adán no tenía una ayuda semejante a él.
Juan García habló entonces de la antehistoria (que no es prehistoria), y
que no podemos “imaginar”, aunque Polo la pensó y la sostuvo.
He estado yo también dándole vueltas al asunto y me hice la pregunta ¿Por qué el pecado original es consecuencia del límite mental?
Respondo: porque la posibilidad de introducir el límite mental es signo de libertad.
El pecado es el error peculiar de la libertad.
La historia humana comienza con la creación de la libertad humana. Si soy libre, puedo pecar.
No podemos pecar en la presencia de Dios.
Pero para entrar en la presencia de Dios debemos aprender a amar, gracias a nuestros dones, que se constituyen introduciendo el límite mental.
De ahí me pregunto ¿No serán los ángeles sujetos de la antehistoria?
Así encajan muchas cosas.
<perdonen estas elucubraciones al margen del Congreso>.
La persona es libre en tanto que es capaz de dar sin perder. (Ejemplo, la relación paterno-filial).
A continuación Mercedes Rubio, desde Israel, compartió su preocupación por dar a conocer a Polo en ambiente anglosajón.
Presentó un proyecto para introducirse en publicaciones en inglés y dar a conocer los grandes descubrimientos de Polo:
Superar la simetría y desvelar a la persona.
Sin embargo, nos animó a bien estudiar a Polo, a bien entenderlo, para poder transmitirlo.
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Y con pena de mi parte se me fue la conexión.
No pude escuchar a Ana Bastida (actividad vital de Romano Guardini), ni a Silvia Carolina (aportes de Polo para superar reduccionismos).
Y tampoco ¡A Juan García!, con su distinción entre algo y alguien.
Tampoco a Urbano Ferrer (producción y donación).
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La conexión volvió cuando el coloquio estaba llegando a su fin.
Me encontré con mi amigo Beto diciendo, como otras veces, que había un vacío en Polo sobre las relaciones interpersonales.
En el chat objeté que las relaciones interpersonales se realizan a través de la esencia.
“No creo que exista tal vacío de la relación entre personas humanas en la teoría de Polo.
Lo más alto en la relación entre personas humanas se da en la esencia, y es la amistad, que consiste en querer al otro como Dios lo quiere.
O sea, aceptar la co-existencia con Dios del otro y hacerla crecer".
En el coloquio también se abordó la posibilidad de personas humanas anteriores al pecado original.
(Tomás de Aquino pensó en la posibilidad de que Adán fueran muchos, insinuó Juan García).
Mercedes Rubio mostró su perplejidad ante tales afirmaciones diciendo que Adán no tenía una ayuda semejante a él.
He estado yo también dándole vueltas al asunto y me hice la pregunta ¿Por qué el pecado original es consecuencia del límite mental?
Respondo: porque la posibilidad de introducir el límite mental es signo de libertad.
El pecado es el error peculiar de la libertad.
La historia humana comienza con la creación de la libertad humana. Si soy libre, puedo pecar.
No podemos pecar en la presencia de Dios.
Pero para entrar en la presencia de Dios debemos aprender a amar, gracias a nuestros dones, que se constituyen introduciendo el límite mental.
Así encajan muchas cosas.
<perdonen estas elucubraciones al margen del Congreso>.
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