Falgueras distingue dos tipos de trascendentales: los
trascendentales condicionales (metafísicos y de la persona humana) y
trascendentales incondicionales (que me gusta llamar supremos).
Los trascendentales condicionales se llaman así porque
requieren de los trascendentales supremos.
Los supremos se llaman incondicionales porque no
requieren de los condicionales, no requieren nada.
Los trascendentales condicionales son aquellos que el
trascender humano alcanza cuando se eleva activa y relativamente sobre las
realidades inferiores.
Los trascendentales incondicionales, en cambio, son
aquellos que, habiendo sido alcanzados cuando el hombre trasciende su propio
trascender y el trascender de lo extramental, están al margen de toda
heterorreferencia, por lo que para ellos la propia denominación de
trascendental es extrínseca.
Así queda claro que no todo trascendente es relativo,
pues, en efecto, los trascendentales supremos son absolutos. Deben ser
entendidos como irrelatividad a los trascendentales condicionales y a
cualesquiera otras realidades que no sean las suyas.
Ideas
y textos sacados del Cuaderno de Anuario Filosófico n. 36. Ignacio Falgueras,
Esbozo de una filosofía trascendental, p. 23.3
Para saber más:
Etiqueta 5.2 los trascendentales
Etiqueta 1.0.2 dar
trascendental
Etiqueta 5.2.0
trascendentales condicionales
Etiqueta 1.0.3
trascendentales supremos
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