Las cosas no son movidas
solamente a golpes.
Con "golpes"
queremos designar a las causas eficientes, las distintas energías.
Quedarse solamente con los
golpes, considerar el universo físico como un conjunto de energías, es una
extrapolación que ignora el análisis tetracausal de la esencia de nuestro
mundo.
Para conocer la realidad, la
inteligencia debe oscilar hacia los principios.
Las cuatro causas del
universo físico son principios "segundos".
Lo primero que conocemos del
universo son sus formas, principios segundos que denominamos causas formales.
Y enseguida descubrimos que
las formas no se dan todas a la vez. Hay un principio que retrasa su aparición:
la causa material.
Las formas son la causa
formal y el principio que retrasa, la material.
Y si unas formas golpean a
las otras es porque estos principios segundos, las causas, vigen según un
orden, y ese orden no es otra cosa que la causa final.
Ideas sacadas del libro de
Polo "Epistemología, creación y divinidad". Capítulo 2, 5. Doble
significado de la infinitud intelectual
Para saber más ir a las
etiquetas:
20.18.0 Hume;
1.4.7 causa eficiente;
1.4.4 tetracausalidad;
2.6.0 prosecución.
1 comentario:
Javier Rospigliosi comenta :
Vale decir que para los que creían en los golpes (los físicos clásicos o mecánicos clásicos) la energía ya es un número que, en lenguaje poliano, ya incluye las 4 causas pero ellos no lo sabían. Ese número está en vatios o kilos-fuerza con que ellos miden la "fuerza" del golpe, que es el origen de las discrepancias. Se debe al sistema coordenado que propuso, a su modo, Descartes: no a su filosofía sino a su matemática de ejes de referencia que se mide con números (otra vez lo prematuro)
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