El
hombre se descubre (puede descubrirse) en cuanto intelige.
El
problema está en saber inteligir.
Dadas
nuestras circunstancias no es fácil abandonar el límite mental en su tercera
dimensión, por la que se alcanza el acto de ser personal, que es uno de los
trascendentales personales descubiertos por Polo: el Inteligir personal.
El
método de la 3ª dimensión del abandono no es otra cosa que el hábito innato de
sabiduría, que permite alcanzar el Inteligir.
Al
abandonar el límite en su 3ª dimensión alcanzamos nuestro propio ser como
principio, porque el Inteligir comporta una intrínseca remisión a lo primario
en el ser.
Y lo
alcanzamos (hábito de sabiduría) no como sujeto respecto al objeto, sino como
un "quién" (no soy "yo", sujeto limitado, el creador de mi
vida).
Quién
significa "persona humana", remitencia a otro Originario.
Por
la 3ª dimensión del abandono del límite mental, gracias al desaferramiento del
límite, alcanzamos a conocer nuestro ser personal como co-ser que busca su
plenitud (quién soy) en la réplica de la que carece.
Al
alcanzar con la sabiduría nuestra condición de "además", nuestro
inteligir se torna en búsqueda de Aquél que acogerá su don. Somos adverbio.
Somos hijos de Dios en el Verbo.
El
hombre se descubre como hijo de Dios.
Ideas sacadas del libro de Polo "Epistemología, creación y
divinidad". Capítulo 2, 5. Doble significado de la infinitud intelectual
Para saber más ir a las etiquetas:
5.5.2 Inteligir personal;
5.0.0 persona humana;
2.1.3 3ª dimensión del abandono;
5.5.5. hijo.
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