¿Qué distinción conviene no perder nunca de vista al estudiar la Antropología trascendental?

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Para mejor entender quién es el hombre, es decir, para estudiar la Antropología trascendental, tal como Polo propone, no conviene perder de vista que el hombre es dual: persona humana y vida humana.

Existen dos niveles en el hombre, uno que llamaremos trascendental y otro que llamaremos esencial.

No es lo mismo el "ser personal" (que es el nivel trascendental) que "la esencia humana" (que es el nivel esencial).
El hombre es dual.
La fuente de la que surge la dignidad del hombre es su ser personal, radicalmente libre, que merece por eso el calificativo de "persona".
Lo más profundo del hombre es su "ser personal".

Sin embargo, llamaremos "esencia humana" a su libre manifestación.
La esencia humana es el "disponer".
La persona humana "dispone" según su esencia.

Polo amplía la clásica distinción entre esse y essentia, y lo hace descubriendo un nuevo sentido del esse y un nuevo sentido de la essentia.

El esse  de la persona o ser personal, es distinto del esse  del Universo que estudia la Metafísica. Es un ser libre.

La essentia de la persona humana es también distinta de la essentia  del Universo o tetracausalidad. La esencia humana es "el disponer" libre de cada persona.

Por eso insiste en que la Metafísica debe ampliarse con la Antropología trascendental.
No es lo mismo el ser que estudia la Metafísica que el ser que estudia la Antropología trascendental.

Aunque ambos estudios son Filosofía primera.

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